Que el pan es uno de los primeros alimentos de la humanidad no es un secreto. Todas las culturas, antiguas y modernas, han guardado y guardan una íntima relación con el pan, y han elaborado sus propias recetas, muchas de las cuales han pasado a la historia. Semana Santa es una oportunidad perfecta para viajar, y desde AB Mauri te proponemos un recorrido único en el que descubrirás el mundo a través de sus panes.
La primera parada de este viaje por el mundo del pan nos lleva hasta Brasil para saborear el Pão de queijo, elaborado con fécula de mandioca y, por supuesto, queso. En Paraguay y Argentina también existen unas versiones parecidas que se llaman Chipa o Chipá.
Un poco más conocida es la Arepa, un pan realizado a base de maíz y que es un clásico en la comida venezolana o colombiana, e incluso en las islas Canarias. Y el Pan Cubano, cuya receta es muy similar a la de la Baguette, aunque difieren el tiempo de cocción y la introducción de un ingrediente inconfundible: manteca.
Un poco más adelante encontramos el Naan, el pan más típico de la India, elaborado a base de trigo y sin levadura. Pero su sabor único e inconfundible lo otorga su cocción en el horno tandoori.
El próximo destino es Alemania, donde podremos degustar el Bauernbrot, un pan de centeno que se ha convertido en todo un símbolo de este país, y de otros como Suiza. Y es que no hay que olvidar que mientras en el pasado el “pan negro” estaba destinado a los menos privilegiados, ahora es una verdadera delicatessen y un gran representante de las dietas healthy. En esta misma línea, encontramos el Ruisleipä, todo un hit de la cultura gastronómica de Finlandia, que se compone casi exclusivamente de centeno.
El Lefse es la versión escandinava del pan para perritos, y su principal ingrediente es la patata. Pero esta no es la única receta que puede completarse con este pan, porque también es una base perfecta para platos dulces o para servirlo como complemento de un buen desayuno.
Y un poco más cerca podemos degustar la italiana Focaccia, que otorga a cualquier plato que acompañe de un toque fresco y mediterráneo, así como la Baguette, el pan más icónico que existe en el mundo. Sin embargo, al contrario de lo que se cree su origen no está en Francia, sino en la ciudad austriaca de Viena, en la que empezó siendo un pan en hogazas pero que perdió su forma a favor de un interior esponjoso y una corteza crujiente.
El último destino de nuestro viaje nos lleva a España, en el que existen numerosos tipos de pan que compiten por el distinguido título de ser el más representativo de este país. El mollete, la torta de aceite o el pan de payés son algunos de los más famosos.
Tradición y cultura se mezclan en cada uno de estos panes. Y eso es lo que los hace únicos.